lunes, 30 de junio de 2014

EN AJEDREZ LA MEJOR DEFENSA ES EL ATAQUE

Steve Room

Leonel puso la bola en la cancha de los danilistas, para que hablen ahora, y no después, del tema de la reelección presidencial y de la modificación a la Constitución.

Por el camino que va, Danilo Medina pinta que hará lo mismo que Balaguer, Hipólito y el mismo Leonel, en eso de decir que no, y más luego decir que por aclamación nacional se sacrifica por un período más.

Leonel Fernández
Los lisonjeros entraban hasta al baño a insistirle a Hipólito que se reeligiera, que la Constitución se modificaba de un firmazo y lo demás estaba garantizado.

Balaguer siempre fue un experto en aplazar la decisión hasta lo último, y con Leonel, sus quijotes hicieron todo por demostrar que la Constitución de las corbatas azules si le permitía reelegirse, aunque su contenido dijera lo contrario.

Ahora dice Leonel que la continuidad es necesaria, que un período no basta para un presidente que está desarrollando una obra de gobierno con respaldo nacional.

El león está moviendo sus fichas, descubriendo el juego de su oponente, por supuesto, Danilo Medina, quien lo sucedió y parece no estar dispuesto a regresarle el poder, sin antes intentar todas las jugadas posibles para resistir la devolución de la silla del mando.

Danilo tiene reservados los 500 no, pero se hace ahora difícil soltar el primero, después que su oponente-aliado, le ha invitado a decir que sí, para ver cómo es que responde realmente el pueblo que hasta ahora se ha creído el cuento de que Danilo no va a intentar reelegirse.

El león está desactivando algo, a tiempo, antes que agosto venga, antes que el Jefe del Estado mueva las fichas con las que intentará avanzar a sus próximos dos años en el gobierno.

La estrategia de atacar para disuadir la estrategia del oponente, puede no surtir el efecto esperado, sobretodo, porque a quien le toca ahora mover el alfil es a un jugador táctico, capaz de devolver el ataque, de aprovechar el momento para dejar un mensaje claro en su equipo y en el otro lado del tablero.

Hipólito no encontró quien le opusiera su afán reeleccionista, Balaguer también fue dichoso, y cuando Danilo intentó mover sus fichas contra Leonel, “el Estado lo derrotó”. 


Ahora están cambiados los papeles, es Danilo quien representa al Estado, el león está en el banco, y su estrategia parece apuntar a ganar tiempo descifrando la estrategia del único que puede darle la batalla, entre todos los jugadores.

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