viernes, 13 de junio de 2014

GRANDES MOMENTOS DEL PRESIDENTE DANILO MEDINA EN 22 MESES DE GOBIERNO

Hemos visto en 22 meses, a un presidente cruzar alambradas, saltar charcos, cruzar sobre una vara angosta, navegar en el Cachón de la Rubia y doblar el cuerpo para reverenciar a su Santidad, Francisco de Roma.

 Esteve Room
El Papa Francisco recibió en audiencia oficial al pte. Danilo Medina

REPÚBLICA DOMINICANA.-Próximo a cumplir dos años en el gobierno, los años buenos de los gobernantes dominicanos, los dos últimos de cada período resultan ser tortuosos, el presidente Danilo Medina acrecienta su imagen al reunirse con el Papa Francisco, en Roma.
Hemos visto a lo largo de 22 meses, a un jefe de Estado que se reúne con los más pobres, que se acerca a ellos, que reivindica su condición de hombre del campo.  Lo hemos oído decir que los pobres no son malos pagadores de sus deudas, que el dinero que presta en sus viajes a las comunidades corresponde al Estado Dominicano y que por ello hay que devolver cada peso prestado.

Hemos visto en 22 meses, a un presidente cruzar alambradas, saltar charcos, cruzar sobre una vara angosta, navegar en el Cachón de la Rubia y doblar el cuerpo para reverenciar a su Santidad, Francisco de Roma.

¿Pero acaso se corresponde esto con la espontaneidad y el espíritu bonachón de un dirigente político salido del campo, graduado en la UASD con suma dificultad? ¿Acaso es un político que intenta maquillar su gestión con poses y dobleces bien retratadas por expertos del lente?

Andando hacia el término del segundo año de gestión, Danilo Medina se mantiene erguido exhibiendo sus buenos números, cual si Leonel Fernández, su compañero de partido y aspirante presidencial, no observara sus movimientos, y como quien espera su turno, se mantiene observando sus cartas y como zorro veterano solo espera la oportunidad de meter un gol.

¿Acaso la oposición, léase, la Gran Convergencia Hipólito-Luis, o el dueño de la marca PRD-Miguel Vargas, juegan a dejar pasar el tiempo, a sabiendas de que Danilo Medina en su laberinto, no podrá saltar el muro constitucional que impide su reelección en la Presidencia?

Mientras el tiempo pasa, el presidente juega a saltar charcos, a sostener reuniones con el Pontífice Supremo y con los pobres de La Barquita, del Cachón de la Rubia y de muchas otras comunidades que solo esperan, que de verde las promesas maduren para que su destino cambie.

La agenda del presidente que construye escuelas y ocupa su tiempo con los pobres se mantiene y permanecerá llena hasta que concluya su estadía en el solio presidencial. ¿Y quién sabe?



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