Decir que está
descalificado el equipo representativo de Costa Rica, que su historia llegó
hasta el último suspiro en los penaltis, es restarle mérito a la selección que
más agua de beber ha dado en el Mundial de Futbol Brasil 2014.
México hizo un buen
juego, Uruguay y Colombia también, pero Costa Rica jugó sin perder desde el
principio, empató dos partidos y supo ganar a equipos de los considerados del
grupo de los 9, que tenían todos los vaticinios a favor, en contra de los
equipitos tercermundistas, que con hambre y bajo presupuesto no se esperaba que
pudieran llegar tan lejos.
Saludar el deporte en
Costa Rica y a todos los ticos, tremendo equipo.
Felicitar al entrenador
Jorge Luis Pinto, a ese mejor portero que todos los del mundial, Keylor Navas,
y a cada uno de los jugadores, a Umaña, Gamboa, Junior Díaz, Joel Cambell,
Bryan Ruiz, Christian Bolaños, Borges, Tejeda, González y Cubero, que dieron la
talla, pusieron en aprietos a los neerlandeses, que lo esperaban todo fácil,
igual que los italianos.
Haber clasificado para
participar en el Mundial es por sí una gran oportunidad para proyectar a un
país, a un pueblo y su cultura, ante el mundo.
Y Costa Rica, sus jugadores, hicieron el trabajo de proyectar la imagen
de una marca país capaz de dar lo mejor de sí, de competir, de ganar, de tener
un equipo de clase mundial.
Indiscutiblemente, la
Sele jugó como nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario